Todos los que pasan el día frente a una pantalla conocen el problema: después de unas horas, el cuello y los hombros empiezan a doler, la espalda se pone rígida y los ojos se sienten cansados. Ya seas un gamer que juega largas sesiones, un trabajador remoto que va de reunión de Zoom en reunión de Zoom o un empleado de oficina que pasa el día en hojas de cálculo, la causa suele ser la misma: la pantalla está demasiado baja.
Algunas personas colocan su pantalla sobre una pila de libros o una caja. Pero esto es inestable, desordenado y no es en absoluto una solución duradera ni segura. Para las empresas esto incluso es inaceptable: se ve poco profesional, no es seguro y aumenta el riesgo de molestias y ausentismo por enfermedad.
Por suerte, la solución es sencilla y asequible: un elevador de monitor. También llamado elevador de pantalla, soporte para monitor o estante para monitor. Este accesorio ergonómico eleva tu pantalla a la altura de los ojos y hace que tu cuerpo adopte automáticamente una postura natural. El resultado: menos molestias, más energía, mayor productividad y un espacio de trabajo que luce moderno y profesional.
En este artículo encontrarás todo sobre los elevadores de monitor: sus ventajas, materiales, diseños, cómo se comparan con alternativas como brazos para monitor y soportes para portátil, por qué son imprescindibles para diferentes grupos de usuarios y por qué Alberenz es mejor que las marcas caras.